El ego aparece indomable cuando menos te lo esperas y juega un papel significativo en el conflicto humano. Se refiere a la parte de nuestra identidad que está asociada con nuestra autoimagen, orgullo y sentido de valía personal.Tiende a estar en juego en el conflicto ya que nos aferramos a nuestras creencias, perspectivas y deseos.
El ego puede contribuir al conflicto al impulsarnos a defender nuestras opiniones y a buscar la validación de nuestro punto de vista por encima de todos los demás.Puede generar resistencia al cambio y dificultar la disposición a comprometerse o buscar soluciones mutuamente satisfactorias.
Cuando el ego se encuentra amenazado en un conflicto, podemos experimentar emociones negativas como la ira, la frustración o el resentimiento que intensifican la divergencia y dificultan la comunicación.
Reconocer el papel del ego en el conflicto es crucial para gestionarlo de manera constructiva. Esto implica desarrollar la capacidad de separar nuestra identidad personal de las diferencias y desacuerdos, y estar dispuestos a cuestionar y examinar nuestras propias creencias y comportamientos.
Si necesitas ayuda para encontrar la estrategia y abordarla no lo dudes búscala y gestiona tus diferencias de manera constructiva. Negociar forma parte de las habilidades necesarias para las relaciones exitosas. Mantén tu ego a raya.


