Se imaginan el resultado de un referéndum en España para despenalizar las drogas, ¿qué saldría?
No hablo de la recurrente marihuana, ni siquiera de su uso terapéutico, hablo de la heroína, la cocaína, metanfetaminas, lo que se consideran “drogas duras”. El estadounidense estado de Oregón lo ha hecho.
Fue en 2020 cuando el Estado se pronunció a favor sobre esta pionera iniciativa como primer paso para reconocer lo que ya es un clamor a nivel mundial que es la fallida guerra contra las drogas.
Oregón es uno de los Estados con más ciudadanos que se consideran liberales de la Unión y eso puede ser uno de los condicionantes para tomar esta valiente determinación. Nuestro “actual” debate sobre la marihuana lo resolvieron ya en 1973, un año antes de que yo naciese, legalizándolo para usos terapéuticos y en 2014 para usos recreativos en mayores de 21 años.
Toda la comunidad se ha involucrado en esta iniciativa tras reconocer el fracaso policial y judicial y tras entender la ineficacia y la ineficiencia de los ingentes recursos empleados. Se votaba además el recurso impositivo a la marihuana y su empleo en ampliar y mejorar los recursos para las adicciones.
Una vez más el trabajo de un gobierno no consiste en la opinión moral de estar a favor o en contra de algo sino en el continuo y arduo trabajo de entender el impacto de las diferentes medidas de prohibición y regulación en su sociedad y de si su despenalización y nuevos enfoques pueden o no ayudar a atajar la parte que suponen un grave problema de salud y seguridad y avanzar como sociedad y de si esta es responsable y madura para pronunciarse con sentido común, sin demagogia ni miedo.
Aunque ahora lo que lleve sea solo hablar para enfrentar no para afrontar, lo importante es que hacer o no hacer supone responsabilidad y como advertía Einstein, si sigues haciendo lo mismo no puedes esperar otro resultado.
Nadie puede abstraerse de que su ilegalidad es un negocio que financia las mayores atrocidades del mundo y no consigue erradicarlo, ni siquiera minimizarlo. Da miedo cualquier cambio, sí pero yo quiero valientes.
