Luis Huete en este artículo sintetiza con gran acierto muchas de las palancas que el poder tiene en sus manos para acrecentarse y controlar o para sin imponerse convencer, moviéndose entre las dicotomías: atesorar-compartir recursos, recompensa-castigo, coacción-colaboración, deshacerse de los enemigos-atraer a los oponentes, si trasladamos estos conceptos a nuestra realidad, las palancas más éticas pasan a un segundo plano, en el que el «poder duro» toma protagonismo, una sociedad en la que los partidos políticos lejos de empatizar con los ciudadanos y hablarles a ellos, se interpelan entre sí en su única misión de «deshacerse del contrario». Cuando el mundo va hacia tendencias más cooperativas que fomentan las redes sociales, los avances científicos y las neuronas espejo, parecen ser de otra pasta y seguir «apalancados»
La responsabilidad de elegir a otros líderes con características más acordes a los resultados que queremos producir, está en nuestra mano. hagamos una buena selección de personal!!