Who let the dogs out!
Ese es el mejor resumen de la actuación de los candidatos en el show exhibido hoy. Cero propuestas interesantes, ningún argumento nuevo, en fin, más de lo mismo.
Quien empezó con una sonrisa pasó directamente al ataque y quien lo hizo con cara de circunstancias se fue creciendo ante las interrupciones. Casi una hora después no hay diferencia con los programas del mal llamado entretenimiento.
El viejo “no hay mejor defensa que un buen ataque” está siendo la máxima de este sainete con vulgares lugares comunes que no dejan atrás, ni a un lado, el insulto. Muy edificante no parece. Desde el nerviosismo o la flema, desde la estrategia de mentir o de embarrar, vaya cuadro de prebostes.
No lea, no mienta, no interrumpa, no deja hablar, lo más oído. Como púgiles desfondados tratando de agarrarse para que pase el tiempo y pidiendo que seamos los ciudadanos los que se lo pongamos fácil votando, el colmo.
Como si fuese una discusión de novatos en cualquier lugar y no un debate para atisbar el panorama que nos va a esperar los próximos años. Nos espera negro desde luego porque todo se basa en el pasado y no en el futuro. En los que no están. En los trapos sucios y que hacen inútil y vulgar el ejercicio de lago tan noble como la política, el Falcon, los sueldos y sobresueldos…todo en lo peor que ya hemos oído y nada en la novedad.
Toda la retahíla enumerada de asuntos antiguos, basados en la demagogia y el populismo que apela a las tripas y nada que represente a una España moderna. Imaginan que hubiésemos asistido a un interesante DEBATE sobre el futuro de nuestro país del que sentirse orgullosos y no avergonzados.
Lo mejor, los moderadores convidados del piedra rendidos al poder con apariciones para cangurear el intercambio de golpes, con dos atrevidas preguntas envalentonadas con opinión incluida para no parecer súbditos, eso ha sido lo mejor de la actuación, imaginen lo que se viene. Todo a cara de perro. #debate23dejulio


