RECONECTANDO

Las palabras que elegimos, el tono que empleamos y el mensaje que transmitimos, todos estos elementos tienen un impacto significativo cuando nos comunicamos. Aunque vivimos en una era dominada por los mensajes escritos, lo verdaderamente importante y significativo rara vez llega a través de este medio.

Cuando se trata de trabajo, de asuntos personales, o de cualquier otro aspecto relevante de nuestras vidas, enviar un simple Whatsapp o correo, no es suficiente. No podemos expresar con la misma profundidad y autenticidad lo que nos ocupa el corazón y la mente a través de un pequeño texto enviado con un simple movimiento de nuestro índice o nuestro pulgar.

Es hora de cambiar nuestro comportamiento. Debemos dejar de esperar más atención de los demás cuando nosotros mismos no estamos dispuestos a brindarla. No se trata solo de recibir, sino también de dar. Hay una gratificación única en dedicar tiempo a escuchar y comprender a los demás, en ser el conector en lugar de simplemente querer conectar.

En lugar de depender exclusivamente de la tecnología para comunicarnos, debemos recordar la importancia de las habilidades que nos hacen únicos. Empecemos por entrenar habilidades sociales y no competir con las de las máquinas. Volvamos a algo tan básico y poderoso como es hacer una llamada. Es hora de reconectar con nuestra humanidad y darle prioridad a las cálidas conexiones telefónicas sobre la comodidad digital.

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