LO VEMOS COMO SOMOS

“No vemos las cosas como son, sino como la que somos” está frase de Jiddu Krishnamurti, resume lo importante que es el desarrollo personal en cómo cada uno de nosotros ve la vida.

En el poco conocido mundo de nuestra mente, cada encuentro y cada experiencia son como un espejo que refleja nuestros pensamientos y emociones más íntimos. Por eso si escuchásemos más que hablásemos conoceríamos mejor a los demás y nos entenderíamos mejor.

La llamada “Ley del espejo» son un fantástico ejemplo para empezar ese viaje. Son fundamentales para entender cómo nuestro entorno influye en nuestro autoconocimiento y crecimiento personal.

Cuando miramos al mundo, lo que vemos no solo es una realidad objetiva, sino también una proyección de nuestro estado interno. Si nos sentimos alegres y confiados, el mundo parece responder con oportunidades y sonrisas. Pero si estamos envueltos en dudas y miedos, esos mismos espejos pueden mostrarnos desafíos y obstáculos.

Reconocer esta dinámica es el primer paso hacia la transformación personal. La mayoría de las veces requiere ayuda pero siempre merece la pena. Al cambiar lo que llevamos dentro, el reflejo en estos espejos también cambia. Si cultivamos positividad, resiliencia y una actitud abierta, nuestras experiencias y relaciones se transformarán en consecuencia.

Este proceso no es instantáneo, pero es increíblemente enriquecedor. Asume la responsabilidad de tu reflejo. Experimenta conscientemente cómo tus pensamientos y acciones moldean tu realidad. Haz de cada reflejo una oportunidad para aprender y crecer.

El poder de cambiar tu mundo está en tus manos, busca ayuda y no te lo pierdas. Será una inversión que desplegará un nuevo y apasionante universo de posibilidades.

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