Para explicar las diferentes opciones en las distintas ideologías y cómo nuestra experiencia vital moldea nuestro pensamiento me gusta referirme a libro “No pienses en un elefante rosa», de George Lakoff. En él nos revela claramente cómo los modelos de crianza pueden influir profundamente en nuestras ideologías políticas. Lakoff describe dos modelos de paternidad: el padre estricto y el padre democrático o comprensivo.
El modelo de padre riguroso enfatiza la disciplina estricta, el cumplimiento de reglas y la autoridad. Este enfoque que puede sugerir la internalización de valores conservadores, donde la jerarquía y el orden son primordiales, en tiempos de incertidumbre suman además a quienes no creen que tengan habilidades para competir. Las personas que crecen bajo este modelo tienden a valorar la estabilidad, la seguridad y el respeto por la autoridad, reflejándose en sus preferencias políticas.
En contraste, el padre democrático promueve una crianza basada en la empatía, la negociación y el entendimiento mutuo. Este modelo fomenta la autonomía, el pensamiento crítico y la responsabilidad social. Aquellos criados bajo este enfoque suelen desarrollar una inclinación hacia valores progresistas, priorizando la libertad, la igualdad, la justicia social y la cooperación.
Seguro que yendo desde el centro hacia los extremos sois capaces de visualizar las diferentes opciones políticas que usan uno u otro modelo. La diferencia a veces no es tan nítida como parece sino que en función de las circunstancias y el contexto preferimos un “tipo de padre” y recibimos mensajes políticos que nos hablan interesadamente en función de nuestras necesidades en cada momento para captar nuestro apoyo.
Comprender estos modelos no solo nos ayuda a entender nuestras propias inclinaciones políticas, sino que también nos ofrece una visión sobre cómo la cultura y la educación influyen en la formación de nuestras sociedades. Al reflexionar sobre estos modelos, podemos elegir conscientemente cómo deseamos criar a las futuras generaciones y qué valores queremos inculcar en ellas, contribuyendo así a la construcción de un mundo más equilibrado y comprensivo.
Recordemos, la crianza que elegimos tiene un impacto duradero en el panorama político de nuestro futuro. Podíamos empezar por ampliar en el ejemplo a la maternidad. ¿Crees que sería el mismo? Te leo.


