LA VIDA…ESO QUE TE PASA

Era Lenon quien decía que la vida es eso que te pasa mientras haces planes y ahí es donde muchas veces nos encontramos con nuestras expectativas de una vida lineal. 

Desde pequeños, nos enseñan a pensar que la vida sigue un camino recto: estudias, trabajas, te casas … parece que todo encaja perfectamente. Pero, ¿cuántas veces la vida nos sorprende con giros inesperados? 

Es natural desear estabilidad y previsibilidad, pero la realidad es que la vida rara vez sigue un patrón predecible. A veces, los caminos que creemos seguros se desmoronan, y esos momentos, aunque desafiantes, son los que realmente nos enseñan y nos moldean. Los acontecimientos inesperados nos obligan a replantearnos nuestras metas, a adaptarnos, y sobre todo, a crecer.

La flexibilidad en nuestros planteamientos nos hace que estemos mejor preparados para que en medio de unas vacaciones de ensueño nos encontremos con tristes y duras situaciones. 

Lo que hace que nuestra vida sea mágica e impredecible lo entendemos como una maldición aunque si pensásemos que todo está escrito y claro sería desmotivador.

No temamos lo no lineal, porque es ahí donde se encuentra la verdadera magia del éxito. En esos giros y vueltas, en los desafíos inesperados, es donde descubrimos nuestra fuerza, resiliencia y creatividad. Abrazar lo impredecible es abrirnos a un mundo de posibilidades infinitas, a la evolución constante de nuestro ser que de otra manera solo estaría lleno de miedos e inseguridades. 

Así que, cuando la vida no siga el camino que esperabas, recuerda: no es un desvío, es una oportunidad para redescubrir tu grandeza y pasar seguramente por las situaciones que te hacen valiente y distinto.

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