Hace muchos años que propuse en mi Ayuntamiento que tuviésemos asesoramiento deportivo para que todos los vecinos hicieran alguna actividad física y premiarlo con bonificaciones culturales y educativas.
Más tarde lo intenté con la receta deportiva y con una deducción en el IRPF por hace alguna actividad física pero no parece que los cientos de miles de estudios que existen sobre la mejora de la calidad de vida y de longevidad sean suficientes.
Incluso en Japón, los médicos no solo recetan medicamentos, también prescriben Shinrin-Yoku, o baños de bosque, una práctica que consiste en sumergirse en la naturaleza con todos los sentidos. No es necesario hacer senderismo como yo, ni ejercicio intenso, sino simplemente estar presente, respirar y conectar con el entorno.
Estudios de la Universidad de Chiba han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza reduce el cortisol, la hormona del estrés, y fortalece el sistema inmunológico. Caminar entre árboles disminuye la presión arterial, mejora la concentración y potencia el estado de ánimo, ya que la exposición a fitoncidas (compuestos liberados por los árboles) estimula nuestras defensas naturales.
Es sencillo y no necesita especial equipamiento para aplicar el Shinrin-Yoku, solo necesitas un espacio verde, un bosque, un parque o cualquier lugar con vegetación. Camina lentamente, respira profundo, escucha los sonidos del viento y el canto de los pájaros. Deja el móvil y concéntrate en el momento.
A veces, la mejor receta para el estrés no está en una pastilla, sino en la sabiduría de la naturaleza. ¿Cuándo fue la última vez que te diste un baño de bosque?


