¿SUSPIRÁIS?

Perdonadme la broma y la referencia del título pero no he podido reprimir recordar lo que de pequeña contestábamos a esto a modo de chiste diciendo “ no todavía me quedo un ratito más”. Algo con lo que también quiero hacerle un mímito a mi papi al que se lo debí contar mil veces entonces.  

No sé si habrás reparado en que respiramos unas 20.000 veces al día, pero pocas de manera consciente. La mayor parte de nuestra respiración es automática y no recordamos que es una herramienta poderosa para regular el estado emocional y el rendimiento mental… si sabemos cómo usarla.

Siempre pienso que de pequeños si nos enseñaran a respirar avanzaríamos mucho en la gestión del estrés, de las emociones y en vivir el presente. Una respiración profunda y fuerte activa el sistema encargado de la relajación y la recuperación. Y ahora voy a lo que a mí me ayuda tanto en mi trabajo en el gimnasio que  indagué sobre ello, suspirar. Un suspiro largo y consciente no solo oxigena el cerebro, también baja el ritmo cardíaco y reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés. Es como pulsar un botón interno de reset.

Un estudio de Stanford demostró que los suspiros tienen una función clave para el equilibrio emocional. Cuando suspiramos se produce  un intercambio de oxígeno más eficiente, mejorando la claridad mental y la sensación de calma. Es por eso que, cuando estás nervioso o ansioso, tu cuerpo suspira de manera involuntaria para intentar estabilizarse.

Un ejercicio práctico que te puede ayudar mucho es el siguiente: hacer una respiración doble (inhalación profunda, seguida de una inhalación corta) y luego exhala lentamente por la boca. Esto activa el nervio vago, facilitando una respuesta de relajación inmediata. Hazlo tres veces seguidas y notarás cómo la tensión baja casi al instante.

No subestimes el poder de un suspiro consciente. Es tu sistema nervioso intentando ayudarte. La próxima vez que sientas que el mundo va demasiado rápido, detente. Suspira fuerte. Tu cuerpo ya sabe cómo encontrar el equilibrio —solo tienes que recordárselo.

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