HATHOR, LA DIOSA QUE ABRAZA AL MUNDO

En lo alto de Egipto, en el templo de Dendera, se respira la energía de una de las deidades más queridas del antiguo panteón egipcio: Hathor. Diosa del amor, la música, la maternidad y la alegría, Hathor no solo era venerada por su poder, sino también por su dulzura. Era aquella a quien se pedía consuelo, fertilidad y renovación emocional.

Su templo en Dendera, uno de los mejor conservados del país, es un testimonio de cómo los antiguos egipcios entendían la conexión entre el cielo y la tierra. En él, Hathor aparece representada con un rostro sereno, orejas de vaca y el disco solar entre sus cuernos, símbolos de nutrición, protección y vínculo celestial. 

Los techos del templo conservan aún sus azules estrellados, y gracias a todos los profesionales que con cariño y esfuerzo trabajan en su restauración podemos disfrutarlos, incluso una de las joyas que guarda es el famoso zodíaco de Dendera, prueba de cómo las estrellas y la espiritualidad caminaban juntas.

Curiosamente, Hathor también era considerada la protectora de los viajeros y del renacimiento tras la muerte. En los rituales, era quien guiaba a las almas al otro lado, como una madre que lleva en brazos al recién nacido, pero esta vez en dirección al más allá.

Caminar por su templo es recibir un abrazo invisible, una invitación a conectar con lo femenino sagrado, con la capacidad de amar, sanar y renacer. Sacad a vuestra diosa ya! 

Deja un comentario