Quiero reflexionar sobre la importancia de no esconder el amor y practicar decirlo, y demostrarlo conscientemente, a la familia, a los amigos, a quienes muestran su amabilidad y a quienes lo necesitan para minar esa coraza que, de forma consciente o inconsciente, han decidido tristemente vestir para la vida.
Hace años que la edad no perdona, de forma natural, perdemos a seres queridos y les echamos mucho de menos, pero lo que sí es imperdonable es tenerles y no decirles, y demostrarles, lo mucho que les queremos en lugar de esperar a llorar su ausencia.
Querer y sentirse queridos es una necesidad humana a la que prestamos poca atención, empeñados en disfrazarla con cosas materiales, planes exóticos y una búsqueda constante del placer, cuando tenemos desatendido lo más importante, el amor a nuestro alrededor.
No esperes ni un día más. Sobre todo, no esperes a tener que susurrarlo cuando la otra persona ya no lo pueda oír. Llena tu corazón y el suyo. Haz algo por este mundo. Aunque no estés acostumbrado y te sientas ridículo al principio, la práctica hace al maestro y quien más lo va a agradecer es tu corazón. Si no lo haces ya, empieza hoy.


