He de decir que al principio notaba algo diferente pero no sabía exactamente qué era. Me resultaba atractivo en las personas que iba conociendo y que respondían a un mismo patrón de entusiasmo y acción.
Ahora que lo he descubierto, lo practico y fomento conscientemente. Ser colaborativo, no sólo es una ventaja increíble sino que también es una cualidad del desarrollo humano que da unos réditos y una satisfacción , increíbles.
Cuando pones en marcha un negocio y estás en contacto con quienes quieren emprender y viven esto con ilusión, apenas encuentras a los típicos emprendedores “Golum” cuya idea es un tesoro que no pueden contar, sopena de tener que acabar con tu vida. Todo lo contrario, estas personas buscan a quienes les impulsen con la narración de sus comienzos y les hagan preguntas interesantes sobre su idea, para crecer, para tener otra perspectiva.
Lo que diferencia a quienes finalmente la ponen en marcha respecto de otros, a mi entender, es el desarrollo humano del que se han provisto antes y creo como otros muchos gurús que el resultado y el éxito, será proporcional al mismo.
Cuanto menos “evolucionado” es alguien más deja que actúe sobre él el sistema antiquísimo de alerta de la amígdala cerebral y esto supone que ese mecanismo primitivo que nos hizo sobrevivir en el pasado, todavía está sin trabajar y sin dirigir por el lóbulo frontal. Es más miedoso y está más a la defensiva, por lo tanto, es más testarudo, se abre poco a las ideas de los demás, a cambiar de opinión, confía menos en las personas, ve fantasmas donde no los hay, cree que la información es poder y que hay que ocultarla y usarla en provecho propio y permanece pendiente en exclusiva de su devenir vital.
Sin embargo quienes superan este estado y domestican a su ser primitivo, entienden que de la colaboración y el provecho mutuo es de donde nacen los grandes inventos, las grandes gestas, la esperada evolución y no dudan en compartir con los demás.
Mantienen un espíritu que engancha con el que se da antes de recibir, todo se agradece, se comparte, se pone en común, se mantiene el contacto, se alienta.
Seguro que has oído hablar del crowdsourcing (Wikipedia), del crowdfunding (gofunding), el coworking(compartir lugar de trabajo), el software libre (Linux)…existen cada vez más ejemplos del éxito común.
Y lo que más me gusta y celebro es que todas estas cuestiones han superado a los gobiernos, quienes sólo creen en hacerlo obligatorio, por ley. Quienes insisten en hacer creer a los demás que ir más allá de uno mismo no es algo que el Ser Humano haga sin que sea de manera coactiva, que jamás puede ser parte de la libertad individual .Su escasa visión es cada vez más patente y produce hartazgo.
Yo también sospecho de quienes quieren dirigir la vida de los demás sin dejarnos que seamos nosotros quienes descubramos y practiquemos que solos no llegaremos muy lejos o, como dice el proverbio africano: “Si quieres ir deprisa, ve sólo pero si quieres ir lejos ve acompañado”.
Quizá sea hora de evolucionar y domesticar a tu primitivo, ¿no crees?


