Contar y escuchar historias es una gran ayuda para reflexionar sobre nuestro comportamiento, para vernos en un espejo y poder llegar a disociarnos del hecho y tener una visión más clara del asunto.
La mente humana puede contener según la cifra estimada recientemente por el periodista británico Mike Holderness en la revista New Scientist: 10 elevado a 80.000.000.000.000 ideas, una cifra que supera el número de átomos que hay en el universo.
Conociendo este dato, todos podemos influir en los demás, contar historias, tenemos esa capacidad y si pensamos en el pasado y lo que ha perdurado durante siglos podemos afirmar que cuentos, leyendas, parábolas, historias en general son las que permanecen e influyen en las mentes de todos nosotros.
Has pensado alguna vez, si tú ¿cuentas historias?, ¿qué necesitas para que éstas sean interesantes? A esto le dedicaré otro post.
Hoy os lo quiero demostrar con este cuento de Lie Zi, “LA SOSPECHA” es que a través de él, podemos inferir, cómo vemos a los demás, cómo interpretamos las cosas a nuestro antojo y casi siempre buscamos afirmar nuestro pensamiento, en lugar de dudar y que nuestra primera mirada y análisis sea para cuestionar lo que vemos, lo que entendemos y lo que pensamos.
La mayoría de las entradas a través de nuestros sentidos, las filtramos para poder abarcar algo esta ingente información y ahí es donde hacen su entrada entre otras muchas cuestiones nuestros propios filtros y creencias, que rara vez cuestionamos. Leed y ved su efecto:
“Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho – exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven – idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar – igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes a los de un ladrón.”
La próxima vez, al menos, te sorprenderás pensando que piensas esto y te preguntarás a ti mismo de dónde lo he obtenido y cómo he llegado a esta conclusión.
Ser conscientes, es el principio…


