SIEMBRA EN TU MENTE
Hace tiempo que observo que cada vez más personas hablan y opinan y menos pasan a la acción y deciden actuar, hacer que las cosas pasen.
Desde la neurociencia, sabemos que cada acción que tomamos crea conexiones neuronales nuevas en nuestro cerebro. Estas conexiones se fortalecen con cada repetición de la acción y esto es lo que forma hábitos duraderos. Cuando pasamos a la acción de manera consistente, estamos moldeando activamente nuestro cerebro para eso en lo que queremos tener éxito.
Imaginemos nuestro cerebro como un jardín, cada acción es una semilla que siembras. Al regar estas semillas con consistencia, cultivas un importante jardín de habilidades y capacidades. Pero si te quedas inmóvil, el jardín se marchita y las oportunidades se desvanecen. El miedo entra en la ecuación y paraliza.
La neurociencia también incide en esto, en la “parálisis del análisis”, donde el exceso de reflexión puede bloquearnos y evitar que tomemos acción. La reflexión no puede ser una excusa. Al dar el primer paso, pequeño pero decidido, rompemos este ciclo y activamos el impulso necesario para seguir adelante. Pide ayuda si lo estás demorando demasiado.
La acción no solo moldea nuestro futuro, sino que también transforma nuestra propia estructura cerebral. No te detengas ante el miedo o la duda. Actuemos, y demos forma al destino y a nuestro propio cerebro.





















