Si no puedes pedir ayuda sin juzgarte, no podrás ofrecer ayuda sin juzgar a los demás.
Brené Brown
Si todavía no has caído en que la fortaleza reside en no tener problemas para reconocer que no sabes, no puedes o necesitas pedir ayuda, este es tu reto.
Que además, el hábito de pedir ayuda, significa algo bueno para que el equipo aprenda, se identifique contigo y entienda que la vulnerabilidad es parte tanto del éxito como del fracaso inherente a la creatividad y al riesgo, es que todavía lo entiendes como una debilidad.
Seguro que todavía te parece algo que ocultar y eso no aporta nada a las relaciones interesantes y te impide vivir disfrutando y aprendiendo.
¿A qué esperas para reconocer que, como todos, necesitas ayuda?
¿Te atreves a hacerlo?