Olores evocadores como recursos

Mientras paseaba pensaba en Strow, en que “en los seres humanos, las sensaciones del olfato son las únicas señales que pasan directamente a la corteza cerebral. Todas las demás sensaciones pasan primero a un centro de recepción llamado tálamo, para una revisión preliminar. Esta circunstancia se remonta a los días en que la corteza cerebral estaba evolucionando a partir de los centros olfativos del cerebro de nuestros antepasados de los bosques. La conexión directa que vas desde la nariz del hombre a la corteza cerebral explica el hecho de que un aroma pueda evocar recuerdos extraordinariamente vívidos de acontecimientos pasados”.

Mientras ante mí, se mezclaban madreselva y jazmín, esos aromas, prendidos de esas animadas enredaderas que me devuelven a mi infancia y me acarician con inolvidables momentos con mi abuela. Empezó a llover y ese aroma de las bacterias de la tierra seca, petricor, me volvió a transportar al mismo momento.

Durante esta pandemia, sabiendo que uno de los síntomas del virus es la pérdida del olfato por la afección de la mucosa de la nariz, he pensado muchas veces en la sensación de esas personas, en el aislamiento que produce la falta de olfato, la anosmia, sabiendo que es casi un 85% de la percepción del sabor.

Que además su pérdida afecta a la salud mental, favoreciendo la ansiedad, la depresión, el aislamiento y la dificultad para las relaciones sociales.

Damos por hecho el olfato y solo lo valoramos cuando lo perdemos. Algunos estudios han mostrado su influencia en nuestras decisiones. Por ejemplo oler un alimento durante cierto tiempo hace que cuando a continuación lo comamos, lo hagamos en menor cantidad. Lo que solo ocurre con ese alimento y no con otros que probemos.

Recordar todo esto me hace reflexionar sobre la gratitud que podemos mostrar por poseer un sentido que nos conecta con un mayor disfrute de la vida. Sobre la compresión con todas las personas que no pueden disfrutarlo y la oportunidad de utilizar más a menudo olores de nuestra vida que nos hagan sentirnos felices y protegidos como los de las golosinas para cambiar nuestro estado anímico.

Todos los olores son evocadores instantáneos de recuerdos,tengamos olfato para usarlos.