¿Quién eres realmente?

apariencia

A la diferencia entre lo que somos en realidad y lo que queremos ser, hay quien lo llama “Vacío identitario” como  el Dr. Dispenza.

Hay quien reconoce que es una superposición de capas  de estados emocionales adictivos como la ira, el miedo, la ansiedad, los juicios, la inseguridad, la depresión, el engreimiento, el odio, la culpabilidad, la vergüenza que no reconocemos, ni trabajamos, que desde nuestro interior nos hace vulnerables y no estamos acostumbrados a lidiar con esa extraña sensación.

Vivir en esa dualidad no es inocuo y es muy común, quién no hace esfuerzos denodados por aparentar lo que no es, sólo para no decepcionar a su público y seguir el canon de su puesto de trabajo, de su supuesto rol en la sociedad, de lo que se espera de él.

Creerse ese tipo de superhéroe que puede con todo y no debe reconocer ninguna vulnerabilidad nos convierte en autómatas, no empáticos, que intentan distanciare de todo lo que nos puede producir una fisura en nuestra capa, cuando la brecha que estamos intentando tapar nos acabará engullendo con crisis familiares, nerviosas y toma de decisiones violentas que más tarde tendremos que lamentar.

Nunca había sido tan consciente de que la felicidad viene del interior y que para reparar en esto, hace falta pararse y reflexionar sobre lo que nos empuja a seguir en este gran teatro, representando un personaje que no nos hemos cuestionado.

Leyendo “El vendedor de sueños” de Augusto Cury recordé a qué presión están sometidas muchas personas que por el hecho de no reconocerlo y pedir ayuda, someten sus mentes a infinitas atmósferas.

Ahora los trabajos requieren una gran intensidad intelectual y  los CEOS, gerentes, managers, profesionales liberales  representan estar muy lejos del marxismo que poseía las fuerzas de producción. Mientras los empleados trabajan por un salario y su trabajo concluye con su jornada laboral, y practican como castigo  estar sometidos al consumismo que se proporcionan ellos mismos.

Sin embargo, nadie repara en la soledad de los líderes que no pueden reconocer sentirse asfixiados, nerviosos, sobrepasados con las preocupaciones. Ellos son quienes  lo trasladan a su vida personal e  impregnan todo su mundo de una dedicación que les convierte, sin poder reconocerlo en una casta de explotados, que maneja como puede esta situación. No hay ningún desdoro en pedir ayuda, a un Coach por ejemplo.

Su constante papel de parecer semidioses que pueden con todo, están en todo y no necesitan ningún tipo de ayuda, los que ni siquiera pueden tener más sueños que pensar en su siguiente escalada laboral, ¿les hace distintos?… ¿Es o no su brecha mayor?

Para saber quiénes somos recurrimos a experiencias pasadas y a las distintas emociones que nosotros hemos hecho que formen parte de nuestra identidad, para bien o para mal y no nos permitimos salirnos del guión.

Nuestra personalidad depende totalmente del entorno, como si a alguien más que a nosotros mismos le importase qué va a ser de nuestra felicidad. Creamos programas automáticos que relatamos sin pausa y no contentos con eso, incluso los vendemos como remedios a males ajenos.” Tú lo que tienes que hacer es..” Todo sin pensar.

Eso que parece envolvernos en una seguridad a prueba de bombas es, lo que a solas, te hace sufrir, querer pertenecer a un grupo, intentar que te etiqueten de una determinada manera, es un gasto de energía inútil que puedes emplear en ser feliz, en disfrutar de las pequeñas cosas, reconociendo que como cualquier otro Ser Humano eres vulnerable.

Lo que realmente cuenta es lo que eres de verdad. Búscalo, no lo dejes en lo que haces o en lo que tienes, la clave está en tu interior. No dejes de empezar a meditar o si lo haces ya, sé regular. La habilidad que debes desarrollar para cerrar este vacío es la autoconciencia, autoobservación, para reconocer qué está impactando en tu vida y qué motiva esos pensamientos y esas conductas.

De lo de fuera, con tu brecha sin resolver, siempre necesitarás más, nunca será suficiente reconocimiento, dinero, poder, belleza…

No te dejes poseer por nada exterior o siempre serás un esclavo de algo o de alguien.

Te dejo un interesante video que te hará reflexionar ¡seguro!

 

The price of invulnerability: Brené Brown at TEDxKC

«Sobrepensar»

overthinking

Hace tiempo cuando me refería a  pensar, asumía que todo el mundo partía del mismo significado  y le daba la misma y beneficiosa importancia. Sin embargo desde que entiendo que “el mapa no es el territorio” he ido indagando sobre el tema hasta comprobar y leer cuestiones sorprendentes sobre las que quiero reflexionar.

Las sesiones de coaching se desarrollan a través de preguntas basadas en la «mayéutica socrática», por medio de las cuales el coachee busca, dentro de sí mismo, sus propias respuestas. Este proceso me ha mostrado lo poco familiarizados que estamos, la mayoría, con que nos pregunten otra cosa que no sean datos o conocimientos.

En principio hay a quienes les resultan incluso molestas, ya que el indagar en nuestras emociones, sentimientos y pensamientos, no es fácil, aunque cuando comprobamos que desentrañar la maraña nos lleva a encontrar respuestas y a resolver orígenes y derribar barreras, nos parece incluso magia.

Esto que me parecía tan extraño, después de leer el genial libro de Augusto Cury  “Padres brillantes, maestros fascinantes” me ha dejado la opción de pensar, “ como algo infernal”, meridianamente clara.

Leyendo el influjo que tienen tanto  la «televisión con su extensa cantidad de estímulos visuales y auditivos, como el exceso de información al que estamos sometidos  y la paranoia del consumismo y la estética que dificultan la internalización,» veo causas que proporcionan y  revelan mucho más sobre la cuestión.

Cury explica como “la televisión  muestra más de 70 personajes por hora con diferentes características personales”, imagine la amplia variedad, apuntando que, a partir de ahí, éstos compiten en las memorias de los hijos, con los registros  de sus padres y maestros. Esto significa que,estos últimos, pierden la capacidad de influir emocionalmente en ellos.

Además cita como consecuencia, la generación del Síndrome del Pensamientos Acelerado (SPA): Incremento de la velocidad sustancial en la producción de los pensamientos que aumenta considerablemente la ansiedad  y disminuye la concentración. ¿Les suena?

Consecuentemente esta ansiedad genera nuevos estímulos para aliviarla y el proceso se convierte en una adicción en toda regla.

Dice el propo Cury algo que hoy es fácilmente comprobable que  “ pensar es excelente; pensar demasiado es terrible”. Lean algunos de los síntomas : sueño insuficiente, irritabilidad, sufrimiento anticipado, aversión a la rutina, olvidos, dolor muscular, gastritis, taquicardia…

Quienes piensan demasiado “ le roban energía vital a la corteza cerebral y sienten una fatiga excesiva sin haber hecho ejercicio físico”.

Incluso se produce un proceso de disminución de memoria, “ el cerebro que es más listo que nosotros se bloquea para que pensemos menos y gastemos menos energía”

Entre las consecuencias se cita “ pérdida del placer en las pequeñas cosas de la vida cotidiana” se reconoce intentando hacer cosas extraordinarias constantemente,  experiencias arriesgadas, compras compulsivas…

Ahora entiendo como “ la gran amenaza para la calidad de vida del hombre moderno no es su trabajo, la competencia, las excesivas horas de trabajo, no la presión social, sino el exceso de pensamiento […] que rumia el pasado, desarrolla sentimientos de culpa, genera preocupaciones  acerca de problemas existenciales y sufrimiento anticipado”.

Ha pensado en aprender a meditar… aunque no será fácil, quizá sea una de las soluciones… sobre las que volveré.