La reflexión que os propongo para acabar la semana, blogueramente hablando J, tiene como base un cuento budista que explica de manera muy práctica lo que implica el proceso coaching y seguro estimulará vuestra imaginación, creatividad y la confianza en vosotros mimos.
Al mismo tiempo, os dará una pista sobre cómo usar vuestra inteligencia para buscar las respuestas, donde están y no dónde no están, incluso cuando el lugar te parezca muy oscuro.
“Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana,
_ ¿Qué pasa?-le preguntaron-¿qué estás buscando?
―Perdí mi aguja, dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla. Pero alguien le preguntó: ―Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño ¿porqué no nos dices exactamente dónde se te cayó?.
―Dentro de mi casa, dijo Rabiya.
― ¿Te has vuelto loca?-preguntó la gente-Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿porqué la buscas aquí fuera? ―Porque aquí hay luz, dentro de la casa no hay.
―Pero aún habiendo luz, ¿cómo podremos encontrar la aguja aquí si no es aquí donde la has perdido? Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y buscar allí la aguja.
Y Rabiya se rió.
―Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a utilizar esta inteligencia para vuestra vida interior?
Os he visto a todos buscando afuera y yo sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia que lo que buscáis está perdido dentro. Usad vuestra inteligencia ¿por qué buscáis la felicidad en el mundo externo? ¿Acaso lo habéis perdido allí?.
Se quedaron sin palabras y Rabiya desapareció dentro de su casa.
¿En qué pones tu felicidad?, ¿a cuál o cuáles condiciones la vinculas?
Quizá tener más cosas materiales: dinero, coches, casa, ropa, un mejor trabajo, más vida social, más actividades, tener mejor aspecto físico, pesar menos, estar más en forma, comer mejor…
Crees que cuando las consigas, ¿serás más feliz? Piensa si en algún momento pasado la vinculaste a algo y funcionó cuando lo conseguiste, durante cuánto tiempo.
Quizá pones tu felicidad en alguien, en tu pareja, en tu jefe, tu padre, madre, hermano, amigo, en satisfacer lo que ellos quieren de ti o mejor aún en lo que crees que ellos esperan de ti.
O incluso en conseguir objetivos que incluso controlas menos, como en que las personas cambien porque sí, sin desearlo y se amolden a ti, que sean como tú quieres y en muchas ocasiones dejen de recordarte con sus comportamientos lo que menos te gusta de ti.
¿Qué ocurre si sólo buscas fuera de ti, aunque a priori parezca más fácil?, ¿de qué o de quién haces depender tu felicidad?
¿Qué te impide mirarte, observarte y buscar el cambio desde dentro?
Recuerda que siempre es mejor buscar dentro de ti.
¡Buen fin de semana!
La felicidad está dentro nuestro. Si no la sentimos, es que algo de lo que estamos haciendo no está alineado con nuestra esencia. Busquemos dentro nuestro eso que nos incomoda y, al encontrarlo, aceptemoslo y veamos que haremos con esa situación. Vinimos a la vida para ser felices, no dejemos que nuestro entorno condicione nuestra felicidad interna… Gracias Aruca!
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Aunque nos lo tengamos que repetir mil veces y ponernos alarmas para recordarlo, es el mejor automatismo que podemos grabarnos!!
No poner nuestra felicidad en el bolsillo de nadie!!!
Gracias Gustavo!!
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