
Demasiado bien salen las cosas para la poca comunicación que existe dentro de organizaciones y empresas. En algunas solo existe para poner de relevancia lo que haces mal a destiempo y sin formas.
Liderar personas requiere una habilidad innata y un gusto por el ser humano y sus peculiaridades al que no le va nada mal el complemento de un entrenamiento personal consciente.
Algunas personas creen que sus comportamientos son los que le han llevado a ocupar ese puesto pero lamentablemente el factor suerte combinado con filias y fobias hace que el porcentaje de talento no sea el que debería.
Al final quienes lo sufren son las personas que siguen el ejemplo de no admitir que no saben y callar bajo su tradicional dirección de ordeno y mando. Algo que no lleva más que al miedo silencioso e incapacitan, lo que mina las organizaciones.
No cuesta nada decirle a las personas lo que se espera de cada uno y cada cierto tiempo reforzarles en lo que están haciendo bien, estableciendo nuevos objetivos y acompañándoles en su crecimiento.
Líder es aquel que hace líderes y ayuda a que los demás consigan objetivos comunes. No el que quiere seguidores y que estos le ayuden a conseguir sus objetivos. Eso es vanidad y algo sabía Weber cuando pensaba que era el máximo peligro. Pon el foco en los demás, hazles sentirse importantes, te ayudará.