Generar confianza

Hoy en día no es el pez grande el que se come al pequeño, es el más rápido el que se come al lento por eso las organizaciones que no están preparadas para hacerlo y reaccionar rápido están abocadas a morir en la orilla.

Por supuesto que no se trata de ser rápido en cambiar o evaluar constantemente las decisiones sin sentido, o pensar en que todo deba ser estratégico puesto que si esto es así nada será estratégico y menos confiable. Se trata de basar en los valores propios y conocidos todas las decisiones y poder alinear equipos entorno a ellos en una necesidad para poder disfrutar de la clave del éxito, la confianza.

Se tarda mucho en ganar y eso lo sabemos quienes concienzudamente la hemos ido tejiendo paso a paso yendo contracorriente pero de una manera coherente, luchando contra flaqueos y tentaciones de ir por el camino fácil sabiendo que cuesta mantenerse mientras parece que otros triunfan con lo contrario, pero estoy segura, solo parece.

Se tarda poco en perder. Cuando alguien va en dirección contraria a la multitud levanta muchas expectativas, a veces demasiadas y desde esa perspectiva cualquier resbalón que implique no responsabilizarse de él y asumirlo, no hace que quedes en el peldaño anterior sino que bajes unos cuantos ante el regocijo de algunos que solo llevan años acumulando pecados capitales.

Seguir hacia adelante siendo coherente a pesar de todo y de todos, solo se puede hacer teniendo en mente un propósito de vida que vaya más allá del yo, tenga una visión inspiradora y justa, consensuada en su ejecución. A la que se sume un compromiso que solo hable de nosotros al mostrar que, con nuestra acción, lo que dejamos a los demás es mejor que lo que encontramos.