
El liderazgo para mí se resume en esta frase de Albert Einstein “Sólo una vida puesta al servicio de los demás merece ser vivida”.
A partir del día en que decides aceptar este compromiso, pones en marcha una nueva aventura, iniciando un emocionante viaje.
Este viaje, significa una expedición a lugares poco transitados como son el diálogo, la propuesta, el debate, el consenso y la cercanía, necesitas elegir los compañeros ideales, unos auténticos probadores de fortuna, inasequibles al desánimo y el desaliento, perseverantes y grandes defensores del proyecto.
Estas personas deben decidir dar ese paso al frente contigo y ser líderes en su comunidad. Sabiendo que un magnífico liderazgo es un gran servicio. Recordad si no a los grandes líderes que recuerda con agradecimiento la Historia.
Soy firme creyente de que el líder además de que nace también se hace y rehace.
No confundamos liderazgo con lo que algunos llaman éxito. Un líder no es el que quiere estar en la cima, ni en una posición de poder, ni quien valiéndose de su autoridad es capaz de tener seguidores.
El mejor lugar para un líder es en el que mejor pueda servir a los demás y añadirles valor, por lo tanto cada uno con sus habilidades y capacidades ha decidido sumar. Pero líderes somos todos y cada uno de nosotros, con una misión común: servir a los demás. Comprometidos con hacer cosas diferentes para ser diferentes. Ayudar a crecer a los demás. Aprender a servir y tener esa misión más allá de nosotros. Cada uno de nosotros será multiplicador, en otro caso restaremos y no seremos más que más de lo mismo.
Queremos hacernos valiosos para otros a través del estudio, de la práctica a la humildad. Inspirando confianza a través de nuestros actos y sobre todo de nuestra actitud.
Queremos llenar nuestras maletas con cosas diferentes que nos sean útiles para nuestro viaje:
Necesitamos otras gafas de líder para poder ver como ven quienes están preocupados por los demás, quienes piensan en el bien común y en mejorar su entorno.
Necesitamos distintos sombreros de los que hemos utilizado hasta ahora, quitarnos el negro el de lo negativo, que parte de la crítica, el enfado y el nerviosismo de quienes no se ven parte de las soluciones futuras sino víctimas del entorno y de lo que nos separa y ponernos el naranja, y usar el que nos une, el que parte de la propuesta, del diálogo, del mínimo común denominador, el que hace ver posibilidades en las dificultades y oportunidades y retos en lugar de problemas.
Necesitamos variedad de calzados para como dicen los indios caminar en los mocasines de otros para poder juzgarles y en nuestro caso para poder entenderles y servirles eficazmente. Tener la suficiente empatía para poder acercarnos a las personas y conectar con sus tribulaciones, con sus necesidades y formar parte de sus soluciones.
En este viaje nuestro destino es incierto. Tenemos que decidir todos los días cual va a ser nuestra ruta y de qué disponemos para que todos la hagamos en las mejores condiciones. Pero lo haremos contagiando alegría y disfrutando del viaje que supone vivir.
En esta experiencia hemos decidimos transitar juntos, lo que nos hará estar más que preparados para la nueva era a nivel mundial que vislumbra complejidad e incertidumbre, con entusiasmo, responsabilidad y trabajo pero sobre todo juntos.
Siendo conscientes de que “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”.
Juntos para comprender que solos podemos ir más rápido pero que juntos iremos más lejos.
Juntos para apoyarnos entre nosotros, ayudarnos a crecer y alentar nuestras fortalezas y sueños.
Juntos para conseguir la humildad que requiere servir a todos, querer escuchar, planear, , entender, negociar, cooperar, , innovar, anticipar…
Juntos para poder con nuestros principales barreras, el miedo al cambio, la ignorancia y la incertidumbre sobre el futuro.
Juntos para demostrar que hay otra forma de hacer las cosas, que partir de la unión, del diálogo.
Juntos para renacer como líderes que ven en cualquier reto una forma de sacar lo mejor de nosotros mismos y de aprender, y de mejorar continuamente.
Juntos para no sobrerreaccionar ante conductas negativas, ni críticas, ni debilidades. La clave está en nosotros, en el ejemplo que demos y en la actitud con la que convirtamos las dificultades en posibilidades.
Juntos para entender que los principios valores que compartimos serán la brújula del cambio que pedimos.
Que ocurra o no, depende de nosotros.
Comenzamos este viaje juntos, imaginando nuestra misión como reto haciendo que nos sintamos parte y miembros de ella, para construirla, para mejorarla, para usar la red que tejeremos por si alguno del equipo necesitamos hacer uso de ella para levantarnos alguna vez.
Soñamos con un equipo, en el que la pasión de sus miembros sean las personas y sepan escucharlas para entender y ayudar poniendo por encima de sus intereses personales el servicio a los demás. Para ello leeremos, miraremos, observaremos, irradiaremos energía positiva.
Soñamos con ser nuestras mejores versiones, autoexigirnos, ser capaces de destapar el talento también en los demás, de admitir que no lo sabemos todo, que cualquier persona puede sumar y que tenemos esa disposición que hace a los líderes, que siempre están listos para aprender. De retroalimentar nuestra acción política con las opiniones de nuestros ciudadanos.
Soñamos con que las personas que conformamos el proyecto seamos capaces de mirarnos en el espejo cada día concentradas en dar lo mejor de nosotros mismos. Sabiendo que para ser diferentes, debemos hacer cosas diferentes. Luchando contra los hábitos y costumbres que nos limitan y empequeñecen.
Soñamos con tener la suficiente curiosidad para anticipar distintos escenarios futuros, estar conectados y preparados siempre para la acción. Teniendo el suficiente equilibrio entre realismo y optimismo que nos haga ser creativos y formar parte de las soluciones y no de los problemas.
Soñamos con líderes que inspiremos por nuestra creencia en nosotros, individualmente, como personas, juntos, como ciudad, como país, líderes no que nos desesperen. Seamos ejemplares en la dedicación y en el comportamiento que pedimos a los demás.
Si hemos llegado hasta aquí es porque hemos entendido que si no cooperamos juntos no tenemos futuro y que las cosas suceden con inversión no sólo con deseos
¿Estás por lo tanto dispuesto a invertir tus habilidades y capacidades y horas de tu tiempo sobre la base de tus principios y valores para hacer algo tan altruista como es compartir con los demás ese tiempo tan preciado de nuestras familias porque crees que servir a los demás es tu misión por encima de todo? Si tu respuesta es que sí, comienza tu viaje de líder.
Foto: juan.314.wordpress.com
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