Llevas demasiado tiempo haciendo lo que los demás esperan de ti. Te miras en el espejo y lo que ves no te gusta, a pesar de que tu vida a los ojos de cualquier otro sería una vida perfecta.
Nunca has tenido el valor de preguntarte: ¿qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida?
Has renunciado a los sueños que tenías, a llevar a cabo con pasión todo lo que realmente deseas para adaptarte a un mundo que no te gusta. Has pensado en cambiarlo y sin salir de tu mente, te has rendido.
Quieres tomar el poder, empezar a trabajar en lo que realmente te apasiona, quizá te parezca una locura, ahora mismo los límites se multiplican en tu cabeza y quizá una sensación de vértigo te atenaza y acelera la respiración.
No has podido encontrar a personas que están en el siguiente nivel, que han conseguido pasar por encima de todos esos miedos y obstáculos que juegan en tu contra justo cuando tus planes se magnifican y se convierten en tu motor.
¡Hacer algo fabuloso con la vida es una cuestión que está al alcance de todos!, aunque no cualquiera consigue que esta misión sea una obsesión y no deje de avanzar hacia ella.
Para conseguir estos objetivos se necesita, como mínimo, ser perseverante y para esto tener disciplina.
Si estás decidió a ser quien buscas en el espejo y quieres empezar a trabajar en ello, te dejo una interesante práctica de Robin Sharma: “The daily five, the nightly three”.
Cuando te despiertes por la mañana piensa en cinco cosas que vayas a hacer durante el día, que hagan de éste, un día diferente, valioso y que te acerquen a tu objetivo. No intentes que sean metas inabarcables o muy costosas que te hagan renunciar a llevarlas a cabo. Divide tu objetivo en pequeñas tareas y hazte el firme propósito de ponerlas en marcha.
Piensa en que te van a convertir en un hombre o una mujer de acción, que te van a llevar a un nivel diferente en el que ya no van a ser deseos o intenciones sino que son actividades específicas y medibles encaminadas a un objetivo mayor.
Por la noche antes de acostarte, aunque tu día haya sido duro, encuentra tres cosas que hayas llevado a cabo y puedas celebrar, apúntalas en tu diario de a bordo, libera dopamina y ¡siéntete fuerte!
Imagina, al cabo de un mes, y de ¡un año! cuántos días valiosos habrás vivido y en la recompensa que significará haber realizado y agradecido todas esas acciones que te han puesto en tu camino hacia el objetivo.
¡Es tu vida!, no querrás mirar hacia atrás dentro de muchos años y ver que te rendiste antes de empezar, ¿no?
Foto:foroatletismo