Ser buena persona

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Construimos nuestro modelo de ver el mundo con una correlación de causas y efectos que convertimos en presupuestos verdaderos y que acaban dirigiendo nuestra mente.

En pocas ocasiones revisamos estos planteamientos aunque si supiésemos la trascendental importancia que tendrán en nosotros lo haríamos más a menudo.

A casi todo le buscamos la causa, es cierto que no es del todo difícil, señalamos un hecho, buscamos alrededor de él algo que para nosotros haya sido significativo y con estas presuposiciones avanzamos, archivándolo como si hubiese sido una hipótesis altamente analizada.

Este mecanismo hace que nosotros pongamos todo nuestro esfuerzo en esa causa que hemos detectado, por lo tanto imaginaos la importancia de la relación que hemos establecido.

Seguro que como yo habéis oído a vuestro alrededor un montón de frases que relacionan causa y efecto a las que habéis dado poca importancia pero que revelan mucho de las personas.

Una frase que a mí me llama la atención significativamente es “todo  me pasa por ser buena persona”. Si analizamos la frase, seguramente podemos encontrar a alguien que no ha obtenido el resultado esperado de una relación o interacción con otra u otras  personas, eso le lleva a pensar en que su esfuerzo para con ellas, ha supuesto un extra de energía o algo especial que relaciona con “ser bueno o buena”.

Lo que a partir de ahora interioriza es una relación causa-efecto en la que todo lo que asocia a ser buena persona no trae buenas consecuencias y por lo tanto juzguen ustedes mismos si volverá a hacerlo.

Además de esa reflexión, esa relación servirá también de excusa para continuar teniendo actitudes egoístas, no prestar atención a los demás y encerrarte en tu mundo, ya que a todos los demás les relacionas con un esfuerzo espurio.

 Si lo pensamos, ser buena persona puede significar muchas otras cosas “dar sin recibir”, “ayudar a los demás sin esperar contraprestación”, “no dejar que la actitud de otros interfiera en tu buen comportamiento”, “ hacer el bien independientemente de a quién”…etc y sin embargo de un plumazo, con una creencia, en una frase, la reduces a ti misma, a tus sentimientos y emociones.

 Si auditases el valor de ser buena persona seguramente tendrías otra perspectiva de ello y lo que almacenas o resumes puede cambiar.

 Te mostraré como comenzar a auditar tu creencia con un práctica de Robert Dilts, requiere lápiz, papel e interés 😉

  • Comienza por preguntarte si tu valor, en este caso “ser buena persona”, responder a estas preguntas, según Aristóteles es descubrir las causas subyacentes relacionadas con el valor.
    • ¿es importante y deseable? ¿por qué es importante y deseable?
    • ¿es posible conseguirlo? ¿por qué es posible cosegurilo?
    • ¿cuál es el camino que debe seguirse para conseguirlo? ¿Por qué ese es el camino adecuado?
    • ¿soy capaz de completar eses camino? ¿ por qué?
    • ¿merezco completar ese camino y conseguir lo que quiero? ¿por qué lo merezco?

Si contestas con sinceridad a estas preguntas podrás descubrir, qué hay detrás de este valor para ti, a lo mejor tienes que cambiarle el nombre, quizá tengas que reflexionar sobre si ser buena persona está dentro de ti o depende de tu relación con los demás, de quiénes sean,  preguntarte si el esfuerzo que implica cambiar tus automatismos para serlo  te merece la pena, si eres capaz…

Continúa la práctica y termina las siguientes afirmaciones con lo que tú piensas:

Ser buena persona es importante y deseable porque yo___________________

Ser buena persona es importante y deseable por consiguiente yo________________________________

Ser buena persona es importante y deseable siempre que yo________________________________

Ser buena persona es importante y deseable de modo que yo________________________________

Ser buena persona es importante y deseable, si yo________________________________

Ser buena persona es importante y deseable aunque yo __________________________________

Ser buena persona es importante y deseable del mismo modo que yo___________________________

Ahora lee cada una de ella suprimiendo la palabra en negrita ( «aunque» no está en negrita).

Repasa este conjunto coherente de afirmaciones y valora tu compromiso y tu creencia sobre el valor de “ser buena persona». Adelante,¡¡ descúbrete!!

«Como si»

comosi

 

 

Cuando nos enfrenamos a la consecución de un objetivo o de una meta que sabemos que va a hacer la diferencia entre los que somos y lo que queremos ser o dónde estamos y dónde queremos estar, hay determinados obstáculos que se interponen en nuestro camino contra los que luchar.

 En nuestro proceso nuestra motivación para el cambio es definitiva y es lo que va a ser el motor de éste por lo tanto debemos evaluar este sistema para analizar si tenemos las creencias idóneas para llevar nuestro barco a buen puerto.

Enseguida aparecen creencias limitantes, de capacidad “yo no puedo”, de posibilidad “no es posible para mi” o de merecimiento “no me merezco”.

Robert Dilts propone cinco elementos, cinco creencias para analizarlas ya que las considera significativas en nuestro camino hacia el éxito de nuestro cambio:

  • Lo deseable del resultado. Debemos plantearnos si nuestro objetivo es deseable y merece la pena

  • Seguridad en que el objetivo es alcanzable. Saber que el objetivo es alcanzable.

  • Evaluación de los comportamientos que son necesarios para el resultado deseado. Si lo que hay que hacer es apropiado y ecológico para nosotros.

  • Creencia en la propia capacidad para llevarlos a cabo. Saber que tienes las capacidades necesarias.

  • Sentimiento de la propia valía y permiso para realizar los comportamientos que se requieren y llegar al lugar deseado. Tener la responsabilidad y saber que te lo mereces

Una vez tengas estas creencias evaluadas cada una de ellas del 1 al 5, te puedes plantear tu hoja de ruta para alcanzarlas.

Analizando tus propios recursos para afrontarlos o  buscando la ayuda de una coach para fortalecer el éxito en la consecución de tu meta, ya sea este objetivo referente a tu estado psíquico, físico, laboral, personal, etc.

Si quieres comenzar a ver más posibilidades ampliando tu marco de referencia en ese cambio, utiliza “como si”, te ayudará a crear contraejemplos y alternativas.

Dentro de este marco Milton Erickson repite que “puedes imaginar y dominar lo que quieras”.

Ensaya mentalmente estos pasos:

  • Actúa “como si” eso fueras capaz de hacerlo, ¿cómo sería?
  • Actúa “como si” ya hubieses tratado con esa objeción o interferencia ¿cómo responderías de forma diferente?

 

Trabajar Creencias

creencias

Una creencia es una sensación de certidumbre que parte de una idea, de una opinión  y que toma cuerpo con el añadido de emociones y experiencias con las que las hacemos  incluso convertirse en convicciones, la cuáles, su sólo cuestionamiento nos enoja, llegando a convertirse en  obsesiones.

Muchas de estas creencias nos son decisiones conscientes y sin embargo van a ser la guía de nuestras vidas, algunas de ellas podemos adquirirlas incluso por prueba social «porque todo el mundo lo cree» y suponer un lastre que nos impide seguir creciendo como personas en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.

Para poder hacer un buen trabajo sobre ellas os propongo un ejercicio de A. Robbins,

«Así que, ahora mismo, deje todo lo que esté haciendo , y tómese los próximos diez minutos para divertirse un poco. Empiece por buscar frenéticamente todas aquellas creencias que tenga, tanto las que le dan poder como las que se lo quitan, tanto pequeñas creencias que no parezcan importar , como las creencias globales que parecen establecer una gran diferencia.

Asegúrese de cubrir:

Las creencias del tipo «Si…, entonces», como, por ejemplo:

«Si me entrego consistentemente por completo , entonces alcanzaré el éxito», o bien: «Si soy totalmente apasionado con esta persona, entonces me dejará».

Creencias globales, como las que suelen tenerse sobre la gente: «La gente es básicamente buena», o bien: «La gente es un fastidio»; creencias sobre sí mismo, sobre la oportunidad , sobre el tiempo ,sobre la escasez y la abundancia.
Durante los próximos diez minutos, anote todas las creencias que pueda imaginar. Concédase el regalo de hacerlo ahora mismo. Una vez que haya terminado le mostraré cómo puede fortalecer aquellas que le dan poder , y eliminar las que se lo quitan. Hágalo ahora mismo.

¿Se ha tomado el tiempo suficiente como para haber escrito las dos listas, tanto las creencias que dan poder como las que lo quitan? En caso contrario , vuelva atrás y hágalo ahora mismo  ¿Se ha tomado el tiempo suficiente como para haber escrito las dos listas, tanto las creencias que dan poder como las que lo quitan? En caso contrario , vuelva atrás y hágalo ahora mismo.

¿Qué ha aprendido al hacerlo? Tómese ahora un momento para revisar sus creencias. Decida cuáles son las tres que le dan más poder y márquelas con un círculo. ¿En qué sentido le dan más poder? ¿Cómo fortalecen su vida? Piense en los efectos positivos y continuos que tienen sobre usted. Hace años, yo hice una lista así, y me pareció valiosísima porque descubrí que tenía una creencia que estaba infrautilizada.

Pregúntese sobre estas creencias lo siguiente:

l . ¿Cómo es de ridícula o absurda esta creencia?

2. La persona de la que aprendí esta creencia; ¿valdría la pena imitarla en este ámbito en particular?

3. ¿Qué me costará emocionalmente el no desprenderme de esta creencia?

4. ¿Cuál será el coste para mis relaciones si no me desprendo de esta creencia?

5. ¿Cuál será el coste fÍsico si no me desprendo de esta creencia?

6. ¿Cuál será el coste financiero si no me desprendo de esta creencia?

7. ¿Cuál será el coste para mi familia y mis seres queridos si no me desprendo de esta
creencia?»

Mucho ánimo el secreto está en crecer constantemente!!!! 😉

Foto: educacioninteligenteycreativa.com