“Si puedes mantenerte positivo en una situación negativa, TÚ GANAS”
¿Aceptas el reto?
¡¡ Feliz viernes!!
“Si puedes mantenerte positivo en una situación negativa, TÚ GANAS”
¿Aceptas el reto?
¡¡ Feliz viernes!!
Algo con lo que no cuentas, cuando tienes la suerte de dedicarte a lo que te gusta y que entrenas, practicas y trabajas tantas horas, es que el resultado de ese esfuerzo o pasión, puede pasar de ser tu éxito y a convertirse en tu fama.
No creo que nadie esté preparado para ella, para que te reconozcan en cualquier lugar al que vas, para que opinen sobre todas tus cuestiones, públicas o privadas, verdades o mentiras, alegremente o creyéndose con derecho, o para que te traten, para bien o para mal, con ese exceso de confianza.
No estoy hablando de quienes buscan la fama por la fama, quienes buscan que las referencias y las opiniones externas llenen el vacío de no crecer desde el interior, con bases fuertes. Quienes creen que lo que le va a reportar este tipo de «conocimiento» es positivo y sin embargo, cuando se apagan las candilejas sigue padeciendo el mismo vacío interior.
Me refiero, a quienes de repente, por su dedicación, se encuentra con esta faceta sin buscarla. A quienes, estar en el juicio público constantemente le agota y abruma. A quienes les causa inseguridad verse escrutado por unos ojos donde quiera que van y agredidos en su intimidad, puesto que, a través de los medios, forman parte ya de nuestra cotidianeidad.
Esta cara de muchas dedicaciones requiere un entrenamiento arduo, un crecimiento interior a una velocidad envidiable y una concentración en el objetivo a prueba de todo.
Nadie se puede imaginar lo que llegas a escuchar, a leer sobre ti, cosas que no tienen nada que ver con tu dedicación, ni con nada que se le parezca. Sin querer, este «reconocimiento social» llega y es algo que no sabes, o no puedes manejar.
Si encima te consideras perfeccionista, si te afecta en demasía lo que digan los demás y no te gusta la fama, el sufrimiento acecha seguro.
No voy a hablar sobre el exceso que se produce en cuanto esta parte de la fama, nos toca a las mujeres ya que los apelativos y opiniones se quedan, la mayoría de las veces en algo tan básico y atávico, lo que se ve.
Si en realidad te motiva lo que haces, y dejas de actuar en automático, analizando que la felicidad que te proporciona tu dedicación, no puede irse al traste por la opinión de unos cuantos -que seguramente son los que más gritan pero no los más numerosos- podrás levantar el vuelo, y ver con distancia todas estas cuestiones. Con entrenamiento y esfuerzo, se consigue.
Si te ocurre algo así, es el momento de reconocer que necesitas alguien que te ayude, antes de que te rindas o renuncies a algo que te encanta hacer. Antes de que adviertas sensaciones que intentando disimular y evitar, acabes por exteriorizar de manera agresiva en unas manifestaciones que nadie entenderá, puesto que pocos creen que te pueda estar ocurriendo eso en tu situación.
Incluso si le debes a alguien la oportunidad de estar ahí, lo mejor que puedes hacer es continuar con tu labor , haciéndola lo mejor posible, sin ponerte la presión de agradarle en cada momento.
El verdadero triunfo es sentirse bien con uno mismo, conseguir tu razón de vivir y llegar al compromiso con tu objetivo.
Si recuerdas a la Directora Grant en la serie de los 80 “Fama” decía: “Buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar…con sudor”. Tened claro que entrenando puedes hacer de ella, de la fama, una aliada para tu éxito.
Puedes empezar por:
Enfocarte en tu propósito último.
Rodearte de personas que te impulsen y mejoren.
Y decidirte a pedir ayuda para crecer.
¡No te rindas!