¿COMPETIR O COLABORAR?

 

 

colaborar

 

Muchos de los acontecimientos que estamos viviendo a nivel mundial y que parecen acabar con todas las apuestas y encuestas  tienen que ver mucho con el miedo y con cómo respondemos ante él. Además dice mucho de nosotros y de cómo enfrentamos la vida, decidiendo entre construir un mundo competitivo o colaborativo.

Cerrar nuestras fronteras de país, proteger lo que consideramos nuestro y excluir a todos los demás forma parte de un modo de actuar que se está imponiendo por momentos. Veo con tristeza gente que incluso celebra que lo “políticamente correcto” esté llegando a su fin y que al menos ahora cada uno podrá decir realmente lo que piensa.

Para mí lo considerado “políticamente correcto”, es exactamente lo que pienso, creo que el mundo es un lugar mejor cuando reflexiono sobre lo que voy a decir y digo sólo lo que aporta algo y no daña a nadie gratuitamente, que por otra parte es lo que todos podríamos hacer.

Entiendo que hay muchos que ven el mundo como la película de “Los Inmortales” en la que sólo puede quedar uno, y ese constante pensamiento de supervivencia hace que todo cambio lo sienta y vea como una amenaza que le hace vivir en un permanente estado de alerta. Haciendo que cada paso que dé sea obsesionado por él mismo.

Si además ese sentimiento es alimentado por políticos y medios, cualquier mensaje dirigido a enrocarse y protegerse de eso desconocido es bienvenido, celebrado y votado.

Ayer leía una entrevista a Stephen Hawking en la que hablaba de la desaparición de muchos trabajos debido a los avances en inteligencia artificial, todos los comentarios que tenía la noticia, tenían más que ver con el miedo que con la confianza en que sepamos adecuar nuestra existencia a nuevos procederes en los que podamos disfrutar más del tiempo, sepamos distribuir mejor el fruto de esos avances y hagamos de este mundo un lugar más amable y colaborativo.

La globalización hace que cuestiones como los idiomas y la tecnología sean indispensables para poder contribuir pero esto no quiere decir que excluya a nadie, sino que tenemos que interiorizar que aprender algo nuevo, será una cuestión habitual en los nuevos tiempos y que dejaremos atrás lo de hacerlo sólo por unos cuantos años.

Adaptarse a no saber algo, tener que aprenderlo y practicarlo durante tiempo es algo que todos podemos hacer hasta el final de nuestra vida, en condiciones normales, por lo tanto podemos aprovechar el impulso de ese miedo para empezar hoy mismo. Sin vergüenza o pereza.

Poner a disposición de todos estos recursos es la obligación de todos los que en lugar de dar herramientas, reducen capacidades con oscuros vaticinios.

Siempre hemos sobrevivido adaptándonos al medio y no va a ser la tecnología o la globalización algo diferente. Juntos siempre hemos conseguido muchos más logros que por separado.

Utilizando nuestro potencial al máximo en favor de los demás conseguimos no sólo que avancemos todos sino que tengamos un propósito de vida compartido que merezca la pena. No dejar a nadie atrás nos hace humanos. No dejemos que nuestro primitivo basado en la supervivencia dirija nuestras vidas y preparémonos para hacer algo grande juntos.

Podemos competir para colaborar o colaborar para competir pero no merece la pena hacerlo para excluir. El mundo siempre será un lugar donde convivamos todos.

¿Cuál es tu pasión?

pasion

 

Cuando Steve Jobs dijo: “Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho con él es hacer lo que creas que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te detengas. Al igual que con todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres. Y, como cualquier gran relación, sólo se pondrá mejor y mejor, conforme los años pasen. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te detengas” a más de uno, nos planteó  grandes dilemas.

 Si vamos analizando el pensamiento frase por frase, las reflexiones se suceden.

Que el trabajo llena gran parte de nuestra vida, al menos ocho horas, en la mayoría de los casos, tenemos certeza. A partir de ahí:

¿Qué es para ti un trabajo? y, ¿un gran trabajo?

Estar satisfecho con tu trabajo, ¿qué significa?, ¿lo estás?

¿Qué es lo que yo vas a amar cuando lo  hagas?

¿Cómo vas a seguir buscando?

¿Cómo sabrás que es ese cuando lo encuentre?

A veces nos hemos detenido poco en la selección del empleo, en numerosas ocasiones, es el trabajo, el que nos ha elegido a nosotros y lejos de plantearnos estas cuestiones, optamos, como mínimo, por dos vías muy distintas. En  una seguimos el pensamiento de Tolstói “amando lo que uno hace” sea lo que sea, con unos valores y una misión y visión  claras  de que en cualquier trabajo podemos hacer algo grande y en otra, nos mantenernos en nuestra “zona de confort”, es decir, en el mismo trabajo de siempre, que no nos gusta en absoluto pero que es un buen “pagafacturas” al final de mes. Sin darnos cuenta de que su valor irá haciéndonos decrecer  personal, emocional e intelectualmente a medida que aumentamos nuestro esfuerzo por hacer las tareas diarias.

En esta última situación  las palabras de Jobs no tienen significado  y es precisamente entonces, cuando nuestro desarrollo vital merece una reflexión.

Cuando Jobs habla de amar lo que haces, sólo quiere decir que te prestes un poco de atención y escuches a tu interior que te dirá, qué es lo que te gusta hacer, lo que haces naturalmente, sin esfuerzo, dejándote fluir, lo que estás realizando cuando pasan las horas sin darte cuenta, en lo que piensas desde cuando te levantas por las mañanas hasta que cierras los ojos para dormir. Llámalo don, habilidad, fortaleza, cualidad, aptitud…pero ¡¡úsalo!!

A veces se necesita tiempo y reflexión para advertir que, lo que a ti apenas te cuesta hacer, otros están dispuestos a pagar por ello y así te podrás dedicar a esa tu pasión. Lo que  a ti “te sale natural” a otros nos puede costar mucho esfuerzo y preferimos que otros nos los proporcionen. Piensa en ello.

Trabajando en eso que adoras, sea lo que sea, podrás ser el mejor, innovar, ser creativo, ponerle entusiasmo, ilusión, no esperar que siempre sea viernes y que  por fin para ti las palabras de Jobs tomen vida, no en tus sueños, sino en tu realidad.

 Si no puedes encontrar ese algo tuyo sólo, no lo desperdicies, busca ayuda. Todos tenemos talento para algo que se nos da muy, muy bien y nos apasiona.

¿Te faltan conocimientos?

conocimiento

Muchos de nosotros buscamos excusas para no ponernos en marcha con el plan de nuestra vida o nuestro sueño, precisamente porque cuestiones como el miedo al éxito o  al fracaso nos bloquean y  hacen que ese vértigo nos impida seguir.

Da igual a lo que te dediques, tanto si es la pintura, como la informática, la publicidad o el cine, siempre podrás partir de alguna cuestión de la que careces para retrasar la acción.

Una de las excusas que más oigo últimamente es la falta de conocimientos, aunque después de darle bastantes vueltas, en la mayoría de los casos, puedo concluir que se traduce en  la falta de títulos, en la creencia de su necesidad para acceder a un trabajo por cuenta ajena y en una excusa para no empezar, en la propia.

En algunos casos en los que es flagrante que la formación es la excusa, ser  consciente de ello, es un gran paso para poder anticipar que posiblemente la consecución de algún máster o de algún curso, no dará con las claves para mejorar lo que puede ser otro tipo de inseguridad, pereza o de miedo. Sin embargo si servirá para mantenernos atenazados durante algún tiempo, sin desarrollar nuestro potencial.

El conocimiento general no se agota nunca, siempre hay algún curso, máster, experto que nos quede por hacer. Cada vez que acabamos uno, vemos con desesperación socrática que cada vez sabemos menos.

 “Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía más sorprendente que tan poco conocimiento nos dé tanto poder.” Bertrand Russell

La cuestión es si en algún momento nos hemos trazado un plan de ruta, en el que el conocimiento sea una constante que trabaje en nuestro favor, que complemente nuestro camino haciéndonos éste menos tedioso.

“El conocimiento es la mejor inversión que se puede hacer.” Abraham Lincoln

 Cuando escuchas desarrollo personal, conocerse a uno mismo, tener objetivos, saber dónde vas, ¿a qué te suena?

 Acaso has indagado en tu interior o recurrido a tu imaginación para ver  dónde quieres estar en unos años y ponerte en marcha. Quizá llevas meses o años con la idea clara de lo que quieres hacer y estás poniéndote excusas para no empezar.

Todos somos capaces de volver a estudiar, continuar nuestro aprendizaje durante toda la vida, montar un negocio, ser mejores, si tomamos la determinación y nos ponemos manos a la obra.

“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos”. Thomas Carlyle

La formación es un deleite del intelecto que te da herramientas para avanzar y crecer pero no puede ser una excusa para empezar. A lo mejor antes que cualquier conocimiento específico, es interesante conocerte a ti mismo y descubrir ese potencial que te hará invencible.

Foto: plataformaproyecta

¿Quieres ser mi líder?

liderar

La literatura acerca del liderazgo es prolija. Sobre todo en lo que concierne a cualidades, competencias y demás. Siempre que leo alguno de esos documentos, me pregunto, a quién se dirigen esos artículos y estudios.

Son consejos para principiantes, para jefes, para personas que están catalogadas como de alto potencial o para  que todos y cada uno de nosotros, dándonos por aludidos los pongamos en práctica en nuestro entorno.Apuesto por esta última opción.

Si pienso en quienes lideran en la actualidad empresas, organizaciones, partidos políticos, en muchos de los casos, no encuentro similitudes. Para mí, muchos menos casos de los que me gustaría ,se asemejan a  lo que yo entiendo por líder.  He de reconocer que en empresas pioneras y vanguardistas, he encontrado a través del coaching ejecutivo, hombres y mujeres líderes que constituyen la excepción. Personas muy preocupadas por conocerse mejor y desarrollarse para poder ser excelentes en sus desempeños. Y que por ende ahora  son excelentes personas que, al conocerlas, se distinguen de lejos.

Escuchando una conferencia de Peter Senge sobre si el líder nace o se hace, convengo con él  que a pesar de que puedan  tener unas determinadas características de inicio, el trabajo y su desarrollo personal lo pueden “hacer”. Además de tener en  cuenta que  el puesto que desempeñen también debe tener condiciones que lo impulsen.

Muchas de las competencias y habilidades que sé que debe tener un líder, las echo de menos y me va a gustar que la sociedad  futura las valore por encima de otras muchas que permite en los  actuales, ser temido, intransigente, arrogante, egoísta, no ético…

Comparto con John Whitmore, que todas las personas llevamos una bellota dentro que se puede convertir en un fuerte y robusto roble. La cuestión es, quién más lo cree a nuestro alrededor. A veces incluso, en ellos nos trasladan más dudas e incertidumbres de las que ya por si nos generamos nosotros mismos.

Alguien debería decirnos de vez en cuando “yo creo en ti”, “sé que tienes potencial para lo que te propongas” o como apuntaba Walt Disney “si puedes soñarlo puedes hacerlo”.

Esa es la primera característica que  tiene mi líder que empodera, apoya y anima a todos lo que están a su alrededor, les inspira para que saquen lo mejor de ellos mismos. Que todo el mundo quiere estar a su alrededor y compartir la energía positiva que desprende, es lo que  hace patente la importancia del contagio que provoca  ver el lado optimista de las cosas y su preocupación por los demás. Les trata, como quiere que le traten a él.

Esta preocupación se manifiesta en que escucha más que habla, y eso demuestra que también está  dispuesto a aprender de todos.

La siguiente característica de mi líder  es su compromiso, va más allá de su simple bienestar, del de su organización, de las cuestiones básicas y mundanas que ocupan a los demás, poder,  dinero, prestigio, éxito. Le importa  hacer bien su papel, dejar huella.

Mi líder inspira confianza y lo hace de tal modo, que todo lo que lleva a cabo se acompaña de una explicación contundente y convincente en la que su propio ejemplo  es la lección más  clara de su discurso. Es auténtico, argumenta, razona, no regala el oído, ni miente, ni vende humo.

Es proactivo, no espera a que los problemas ocurran, ni espera a que se resuelvan escondidos en un cajón, es capaz de tomar decisiones meditadas y arriesgadas. No es dogmático. Le importa que todos ganen. Aprende del fracaso, no culpabiliza al entorno económico, político o social. Es responsable.

Estas son las características del líder con o para el que no me importaría trabajar durante años, que me gustaría que me gobernase y que quiero que prolifere.

Sé que podrías ser tú. Quieres ser mi líder?

Marca tu diferencia.

Tu profecía Maya

mayas
“A partir de sábado 22 de diciembre del año 2012 todas las relaciones estarán basadas en la tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a otros como otra parte de sí mismo.
El hombre vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la integración con el planeta y todos los seres humanos para en ese momento comprender que somos parte integral de un único organismo gigantesco y nos conectaremos con la tierra, los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera; todos los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal y toda materia esparcida por el universo a todas escalas desde el átomo hasta la galaxia, son seres vivos con una conciencia evolutiva” Séptima profecía Maya.
Desde que los mayas entraron en escena, a finales de 2012, en algunos casos interpretados como profetas apocalípticos del mundo, mucho se ha escrito sobre el asunto, hasta que visto el nulo efecto en forma de fenómeno físico de dimensiones mundiales, nadie ha vuelto a reparar en ello. Sin embargo yo puedo afirmar un cambio de rumbo en el mundo que percibo, alejado de medios de masas y cercano a la cotidianidad.
Hasta hace poco la mayoría estábamos atrapados en un fenómeno de la industrialización, trabajar para ganar dinero, para comprar y consumir y con ello alcanzar la felicidad. Nos pusimos el listón muy alto, pero no sólo a nosotros, sino al resto del mundo. De qué modo si no, podíamos seguir consumiendo de todo a esas velocidades y en esas cantidades, mientras al otro lado del mundo el crecimiento era mínimo o inexistente, a costa de los recursos naturales comunes.
Se había instalado entre nosotros, asumir que todos debíamos vivir a costa de otros y que esto era lo normal. Cuando desde la política se lanzaron mensajes como refundar el capitalismo o un cambio de sistema, nadie creyó en que los mismos que ayudaron a crear los problemas, los iban a resolver, por lo tanto estábamos condenados a recesiones y depresiones vinculadas a medio abecedario en V, en L, en W. En fin, a soportar nuestras privaciones como un castigo divino.
Cuando la crisis estaba en su punto álgido, ya las generaciones más jóvenes se preguntaban si vivir para trabajar y para acumular riquezas y dinero, cuyo tiempo para gastar no podían comprar, era lo ideal. Y partiendo de estos planteamientos comenzaron a pensar en trabajos con significado más allá de la remuneración económica, en tareas que implicasen una cooperación con el mundo en el que vivían pensando en que las fronteras y las barreras físicas y mentales, eran cada día más, un injusto invento del hombre con miedo a un mundo global, en el que cada uno debía soportar el azar de nacer en un sitio o en otro, sin más solución que la aceptación y la abnegación.
Que los trabajos tuviesen un significado y una utilidad, más allá de uno mismo, comenzó a ser una exigencia y tras el discurso de Steve Jobs en Standford, las jóvenes generaciones empezaron a buscar su pasión. A desarrollar su potencial humano, trabajando la inteligencia emocional y planteando una estrategia para alcanzar sus sueños.
Es difícil pasar de un mundo en el que lo importante es un trabajo fijo, con un horario y una remuneración concreta, a un trabajo que simula navegar en la incertidumbre y  sin estas condiciones, pero en realidad, dependerá cada día más de nuestras capacidades, habilidades y esfuerzo. Este cambio, como otros muchos producirá vértigo, desconcierto e inadaptados, pero quienes antes lo consideren, como su futuro cierto, mejor posicionados estarán.
Cuando los mayas hablaban de un cambio de energía, es ese cambio que ya se ve en la cooperación, las redes, la tecnología y la colaboración, una solución mejor y más enriquecida a las cuestiones que nos preocupa. Esta energía es la que desarrolla el crowdsourcing, el crowdfunding, los experimentos online, los cursos de las mejores universidades al alcance de tu red….
Todo esto sumado a la falta del estrés laboral que provocaban los trabajos tradicionales, hará que las personas vuelvan a trabajar en cuestiones que les motiven, les hagan creativos y les apasionen, en las que encuentren un significado y una fuente de inspiración importante.
Una energía que nos hará pensar en nuestras habilidades, sean las que sean, enfocarnos en ellas y trabajarlas para ponerlas al servicio de la sociedad, en profesiones nuevas, que inventaremos y que dentro de un cuarto de siglo serán las demandadas.
Cuando conceptos como “sociedad del conocimiento”, todavía chirrían, de eso saben mucho los informáticos, y la gente todavía se pregunta por qué ahora se paga por el conocimiento y no por un esfuerzo físico ya atávico, el mundo se ha movido hacia un panorama mucho más sugerente que el de un trabajo como maldición bíblica.
Si piensas en lo mejor que puedes hacer y te pones a ello, estarás en mejor posición que lamentándote y buscando un culpable.
Descúbrete, desarrollate, y construye.
Profecía o maldición, tú decides.

Dar o recibir feedback

feedback

Feedback o realimentación es una palabra, que se comienza a utilizar en teoría de sistemas y cibernética, más tarde se introduce en cuestiones sociales, políticas y económicas.
Técnicamente se refiere a un mecanismo de control en el que una pequeña cantidad de información que procede de los resultados de un producto o proceso, se redirigen a la entrada para influir en el proceso de nuevo, estableciéndose un bucle de realimentación.

Supone un intercambio de datos en el proceso, tanto de aprendizaje, como de mejora y puede darse en su versión negativa o positiva. Se puede utilizar desde el punto de vista del desempeño o del progreso dependiendo de la intencionalidad del feedback. Algunos ya conoceréis la herramienta Feedback 360•.
El objetivo de esta herramienta es mejorar la autoconciencia y responsabilidad de la persona sobre lo que está realizando,cómo lo ven sus superiores, compañeros y colaboradores, también se denomina feedback, cuando se hace sobre el estudio de un producto para mejorar su venta o su desarrollo.
Cuando es administrado con efectividad es altamente beneficioso, y puede utilizarse para construir conocimiento, habilidades, incrementarlas y desarrollar hábitos efectivos que influyan en el rendimiento de la persona.
Todos tenemos alrededor personas de quienes recibimos feedback y a quienes se lo proporcionamos. Para que esto se lleve a cabo en las mejores condiciones, podemos establecer unas pautas:
Proporcionar información sobre lo que hace quien aprende, sin hacer una crítica, con información específica lo más descriptiva posible sobre qué es lo que lleva a cabo, cómo lo hace y qué ha hecho diferente que lo mejora.
Se debe tener cuidado sobre cómo se pone en marcha,el profesor  Deci, identifica algunas situaciones en las que dar feedback a una persona reduce la motivación, puesto que algunos pueden interpretar éste como un exceso de control sobre su desempeño, o creen que se les está observando muy de cerca por lo que desarrollan nerviosismo, también alude a una sensación de competición que no gusta.

La forma de evitar todas estas suspicacias es emplear el suficiente tiempo, explicar a la persona el proceso, la utllidad para ellos mismos, que sean quienes analicen y consigan los datos y que el proceso sea, lo más confidencial posible.
El feedback debe estar orientado a objetivos, relacionados con éstos. Partiendo de la situación en que se encuentra el estudiante, empleado o persona, dónde quiere llegar y cómo se va situando en el proceso, es decir, qué será lo siguiente. Si esto se lleva a cabo gráficamente se mejorará el proceso, al hacerlo más visual.
Si esto se realiza pronto, la persona será consciente del control que esta herramienta le proporciona sobre su desarrollo. También evita que se desvíe del objetivo o que trabaje en otra dirección. Así que lejos de sentir miedos e inseguridades o incluso no admitirlo por soberbia, debemos considerarlo una oportunidad. Que nuestros compañeros, familiares, empleados o jefes nos den su opinión basada y versada en como ellos viven nuestro desempeño es un beneficioso y gratuito espaldarazo a nuestra vida y carreras.Se puede convertir en una buena forma de avanzar. Dar y recibir feedback es una herramienta muy útil tanto en nuestro cambio, como en nuestra estabilidad.
Si trabajamos mejor, nos sentiremos mejor. La mayoría de nosotros está motivada para desarrollar sus tareas incrementando el rendimiento y desempeño.
Respecto de los tipos de feedback, positivo ( referente a fortalezas, reacciones correctas y consecución de objetivos) y negativo ( debilidades, reacciones incorrectas y falta de cumplimiento de los objetivos),podemos asemejarlos  a ver la botella medio llena o medio vacía.
Recientes investigaciones como la de Finkelstein y Fishback : “Tell me what I did wrong: experts seek and respond to negative feedback” han puesto de manifiesto que de cara a mejorar el rendimiento y desempeño de los noveles o juniors en las tareas o dedicaciones, que comprensiblemente,  van a desarrollar sus tareas con más errores, funciona mejor un feedback positivo. Basado en sus puntos fuertes.
Sin embargo los expertos o seniors valoran y responden mejor al feedback negativo, ya que la seguridad que poseen, les hace preocuparse más de cómo mejorar y no lo toman como un ataque a la autoestima, sobre todo cuando se refiere a su influencia en el progreso hacia los objetivos. Aunque en esta misma investigación, también se demuestra que en el caso de la falta de compromiso de la persona con los objetivos, mejora en ambos casos, juniors o seniors, un feedback positivo.
Esta es una potente herramienta en el ámbito de la empresa, pero no la deje en ese ámbito, utilícela en su vida con su familia, con sus amigos, si es autónomo con sus clientes, proveedores…

No pierda la oportunidad de una mejora continua por no preguntar. Pida feedback, sobre cómo le ven, cómo hace las cosas, cómo podría mejorar y sea cuidadoso si lo da. Elija un momento en que la intimidad y el no sentirse secuestrado por ninguna otra emoción le permitan hacer las apreciaciones necesarias, con la tranquilidad  y reflexión suficientes para que resulten útiles.
Cuando se inscribió en el templo de Apolo el aforismo “Conócete a ti mismo”, se pensaba en esto?

¿Quién es tu modelo?

modelizar
Si usted piensa en una persona a la que admira, que ha conseguido muchas de sus metas en la vida o algunas de las que a usted le gustaría conseguir, seguramente habrá tenido la tentación de quitarle mérito y achacarle a la suerte gran parte de ese logro.
Sin embargo, si hiciese labores de investigación más profundas, podría llegar a la conclusión de que oportunidad y preparación colapsaron en el tiempo para lograrlo.
Si otros lo consiguieron, qué cree que le diferencia a usted de ellos y de ellas. Quizá la determinación, el deseo ferviente de conseguir algo, a lo mejor la fe en la posibilidad de conseguirlo o  la perseverancia necesaria para prepararse a fondo y  no retirarse o rendirse antes de tiempo. Entre estos requisitos por supuesto, se integra de manera definitiva, no tenerle miedo al fracaso, ni a aprender, ni a  preguntar cada día.
Conozco a varias personas que hasta hace poco, no utilizaban dispositivos tecnológicos por no preguntar cómo se encienden o pedir ayuda para iniciarse en ellos. Se perdían un mundo lleno de posibilidades por no admitir que no sabían!, yo tampoco y sigo ignorando muchas cosas que no me importa preguntar. Qué es lo peor que me puede pasar…seguir en la ignorancia cuando tengo la información a mi alcance sería una necedad.Saben ustedes qué inyección de autoestima es verse haciendo cosas que no habían pensado ni en sueños.

A muchas de estas personas-modelo  las vemos o escuchamos pequeños espacios de tiempo a través del día o de las semanas y esto nos dificulta tener una idea global de su dedicación y su esfuerzo, a veces no están en nuestro entorno, aunque gracias a las redes sociales, casi siempre a nuestro alcance.
Hace poco leí un artículo, en Inc.com, sobre las grandes posibilidades de éxito que tienen quienes se atreven a ponerse en contacto con las personas a las que admiran o a quienes desean parecerse. Son muy pocas las y los que tienen los veinte segundos de coraje que se necesitan para intentarlo, con una llamada, un correo, un tuit…
El modelado es una estrategia que en base a ajustarse a modelos existentes, las personas podemos desarrollar comportamientos de éxito de cara a nuestras metas y objetivos. Para que esta estrategia diera frutos deberíamos tener de la persona a modelar, las creencias, cómo almacenan sus pensamientos y cuál es su fisiología.
Algunos de estos datos los conocemos a través de las biografías, imprescindibles para esto. La de, por ejemplo, Steven Spielberg que explica como desde muy pequeño se recorría todos los estudios, persiguiendo a directores de cine para ver el trabajo que desarrollaban y cómo lo hacían con un tesón y un entusiasmo admirables. Lebron James, MVP de la NBA en dos ocasiones y alero de los Miami Heats, también lo hizo con Kareem Olajuwon, para mejorar su juego.
No sólo sirve ver su ejemplo, o partes de su biografía, hay que conocer qué piensan, qué creen, cómo lo almacenan, qué se dicen a sí mismos. En el mundo empresarial Peter Drucker hizo lo mismo en el mundo de los negocios, trasladando modelos de gestión de las corporaciones modernas. Hoy en día se le sigue considerando el gran filósofo del managment.
Modelar significa reproducir, así que debemos procurar que se asemeje lo máximo posible a nuestro ideal, esa es nuestra responsabilidad. Dentro de este proceso de cuánta más información tengamos, mejor será nuestra estrategia. En caso de que no poseamos demasiada información, la fisiología de esa persona también nos dará muchos datos.
Existe un proverbio que dice “Si quieres ser fuerte, hazte el fuerte”, por lo tanto si actúas como si ya poseyeras ese rasgo, puede que al principio no te sientas muy cómodo sea incluso artificial pero si continúas practicando y lo vas añadiendo a tu “repertorio” acabarás “siendo así”. Lo puedes comprobar efectiva y rápidamente con tu postura corporal, si dejas de encorvarte y te mantienes erguido, lo mismo ocurre con la respiración, el gesto y los movimientos. Prueba ahora mismo y utilízalo siempre que desees cambiar tu estado de ánimo.
Modela hasta que puedas modelizar, es decir, construir el tuyo propio.

Piensa que tú también puedes ser el modelo de alguien, así que recuerda que siempre el ejemplo valdrá más que las palabras y si no lo crees echa un vistazo a este video.

Te atreves?